En el mismo lugar que fotografié el macho de cortarramas de la entrada anterior, solo unos minutos después pude fotografiar a un macho juvenil de naranjero (Pipraeida bonariensis), un ave que también me cuesta fotografiar, al menos sin usar escondite, para hacerlo aprovechando que no estaba en su visual y permanecía acurrucado entre unas rocas reproduje una grabación y llegó en pocos segundos. No se percató que era un humano por estar acurrucado y tapando mi rostro con la cámara, cosa que naproveché para tomarle varias fotos.
Este ejemplar estaba mudando su plumaje al definitivo del adulto, con un anaranjado y amarillo más intenso, en la cabeza el azul todavía se le ve un poco más opaco.
It is always helpful to be in the right place at the right time!
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