Este pichón andaba con sus padres que se apartaron para distraer mi atención, en este caso el auto, mientras el pequeño permanecía a la derecha caminando casi despreocupadamente, tal vez acostumbrado a que de vez en cuando circule algún vehículo.
Sin bajarme bajé la ventanilla del lado del acompañante y le hice varias fotos de cerca, con un fondo confuso pero que al final si bien no es de lo más estético muestra como pasa desapercibida la pequeña ave en su ambiente.
Luego quise bajarme para tomar unas fotos más al ras pero como estimé el terito se fue a esconder entre los pastos altos al costado del camino y allí terminó mi sesión fotográfica. Muestro solo algunas fotos, la mayoría salieron muy parecidas a estas.
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