Hay un lugar mágico en la provincia de La Pampa, una sierra que es un oasis entre el árido monte de arbustos y los salitrales que la rodean.
Es la sierra de Lihué Calel, que en idioma mapudungun significa sierra de la vida, ya que se genera aquí un microclima favorable que permite el desarrollo de muchas especies vegetales y animales.
Se sitúa entre las ecorregiones del monte y el espinal, en el centro sur pampeano.
Desde 1966 forma parte de los parques nacionales argentinos.
Estas imágenes corresponden a una estadía de tan solo un día, una escala en un viaje mucho más largo.
Fue a finales de marzo, y a pesar que ya estaba recién comenzado el otoño, es mucho lo que pudimos apreciar y disfrutar de la tranquilidad y la naturaleza del lugar.
Realizamos un video y algunas imágenes, ojalá sean de vuestro agrado.
Habita zonas desérticas en inmediaciones de valles fluviales, bosques abiertos, praderas, laderas de cerros, campos de labranza en incluso en barrios residenciales y parques urbanos.
Es una especie casi exclusiva del centro de Chile, siendo autóctona de este país hasta hace unas pocas décadas, donde unas poblaciones se extendieron en la localidad de Las Ovejas, en el noroeste de Neuquén, aunque se ha expandido hacia el sur y se encuentra presente en varios sectores de Neuquén, Río Negro y Chubut, siempre cerca de la cordillera y en escaso número.
Es una especie residencial, aunque pueden realizar movimientos de corta escala para evitar la nieve durante el invierno.
Se alimenta de invertebrados como insectos y sus larvas, también de algunos frutos. Ayudan a dispersar las semillas de varias especies nativas.
Construye un nido en forma de copa con raicillas, ramas espinosas, y en el interior, pelos, plumas y hojas secas. Lo ubica en una horqueta en árboles o arbustos de follaje denso, oculto.
La hembra pone de dos a cuatro huevos que incuba por un período de entre 14 y 16 días.
Habita bosques chaqueños y selvas en galería del centro de Sudamérica, hasta los 1500 metros de altitud.
Si bien es una especie no amenazada se la considera poco común.
Se lo ve solitario o en parejas.
Busca alimento caminando por ramas o troncos, revisando la corteza en busca de insectos, larvas y otros invertebrados; también desciende al suelo donde además atrapa pequeños vertebrados como anfibios y reptiles. Raramente pueden llegar a consumir serpientes y murciélagos.
Hace su nido en huecos de los árboles, que acondiciona con hojas, pajas o virutas de madera, donde la hembra pone de 2 a 3 huevos blancos.
A comienzos de abril transitamos la ruta nacional 234 y aprovechamos para hacer un poco de avistaje de aves.
Al lado de esta ruta pasa el río Collón Curá, curso de agua que nace en las inmediaciones de Junín de los Andes y desagua en el río Limay; en la actualidad hay una represa antes del final de su cauce.
El lugar es muy interesante para ver aves rapaces, se puede ver cóndor andino, águila mora, aguilucho variado, jote cabeza colorada, halconcito colorado, carancho y chimango.
La fauna es la típica de la estepa y también están los pájaros habituales, cauquenes, choiques, guanacos y un poco más difíciles de ver dos exóticos como el jabalí y el ciervo colorado.
Hicimos varias tomas de video que editamos en este:
Algunas fotos tomamos también. Es una ruta con interesantes paisajes agrestes, típicos de la estepa y el ecotono con el bosque patagónico.
El trayecto que relevamos fue desde Junín de los Andes hasta antes del embalse.
Por la zona del puente sobre el río vimos esto:
Cisne cuello negro
Aguilucho variado (inmaduro)
Algunos paisajes del río desde un mirador cerca del puente.
Luego nos detuvimos en el mirador de cóndores, allí vimos unos cuantos pajaritos.
Loica común
Comesebo andino
Diuca
Más adelante nos detuvimos cerca del río, allí había grandes bandadas de cauquén común y unos jabalíes; también aves como yal negro cabecita negra austral, sobrepuesto austral, loica y calandria mora.
Cauquén común
Jabalí
En un sector plano antes de que la ruta atraviese bardas y cerros, encontramos una gran bandada de choique, y un poco más adelante a un imponente juvenil de águila mora, que nos contemplaba con algo de atención pero sereno.
Fue impactante verlo con la silueta del volcán Lanín de fondo (ver video).
A fines de marzo y comienzos de abril visitamos la bella ciudad de San martín de los Andes, la joya neuquina.
Visitamos varios lugares dentro de la ciudad y sus alrededores para ver aves y flora también.
No es la mejor época del año, ya muchas especies han migrado o comienzan a hacerlo. Varios días estuvieron algo lluviosos, fríos y otros con bastante viento, por lo que se vio menos que en otras ocasiones que fuimos en la misma época del año.
De este viaje pudimos hacer un video, que es el primero de una serie sobre el sur de Neuquén.
Las fotos muestran algo de lo observado en el lago Lácar
Gallareta ligas rojas
Pato overo
Bandurria austral
Chimango
Chimango
Gaviota cocinera
Remolinera araucana
Remolinera parda
Bandurria austral
Visitamos también el mirador Bandurrias, que está en el cerro del mismo nombre , donde habita la comunidad Curruhuinca.
Fuimos por el sendero peatonal, que demanda unos 40 minutos, con una exigencia media. PAra ingresar hay que colaborar con el pago de una entrada.
Codorniz californiana
Mutisia decurrens
Yal negro (hembra)
Coludito cola negra
Vista de San Martín de los Andes desde el mirador Bandurrias
Diucón
Lago Lácar
Wenüfoye ondeando
Sendero al mirador Bandurrias
Otro día transitamos el sendero que va a la laguna Rosales, si bien el día estaba agradable con sol, estaba bastante ventoso y no vimos demasiado.
Peutrén
Carpintero bataraz grande
Por último fuimos a la Reserva Natural Urbana Cotesma, situada en un humedal en las afueras e la ciudad, con características de ecotono bosque-estepa.
Es una pequeña área protegida donde se ven cosas interesantes.