Unas fotos que pude obtener en mi última entrada a la laguna de Monte en un sector con poca agua pero en sus días con mucha actividad de aves zancudas (ver aquí) ya a últimas horas de la tarde del 2 de marzo pasado son de una de las especies más corpulentas de aves que hay en la zona: el chajá (Chauna torquata).
Como es habitual en ellos se los ve en parejas; esta había aterrizado cerca de donde estaba y me fui moviendo en el baro espeso y el agua para posicionarme mejor, pero los chajáes se me iban alejando de a poco ya que me miraban mi escondite con desconfianza, hasta que finalmente se fueron volando.
Una prueba de lo espeso que era el barro putrefacto está en una foto que muestra como uno de los chajáes se va enterrando, y eso teniendo en cuenta que pesa solo unos 4 Kg a diferencia mía que paso los 70 kg, con lo que se podrán imaginar lo que me costó desplazarme. Pero sin sacrificio no se obtiene mucho en la vida, así que el esfuerzo valió la pena para poder estar en su ambiente observándolos y retratándolos.
Espectaculares fotos Hernán.
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