martes, 24 de marzo de 2020

Verdones

Un ave frecuente en los pastizales y cercanías de cuerpos de agua de la región pampeana es el verdón (Embernagra platensis), un tráupido que tiene su encanto.
Si uno se comporta con cautela es probable que esa ave se quede posada aunque el observador esté a escasa distancia, mientras este permanece trinando o mirando con cierta cautela y a la vez curiosidad. Tal comportamiento es muy auspicioso para los fotógrafos de aves que así pueden tomar buenas fotos. Desde un auto es muy buena opción, aunque también se puede uno aproximar a ellos caminando, he llegado a estar a menos de 2 metros mientras perchan en una rama o palo.







domingo, 22 de marzo de 2020

Manual Ilustrado de las Aves de la Patagonia

Hace unos meses llegó a mis manos un ejemplar del Manual Ilustrado de las Aves de la Patagonia, Antártida Argentina e Islas del Atlántico Sur. Si bien no es un libro nuevo ya que fue publicado en 2005 es una fuente de valiosa información sobre las aves del sur del continente. Sus autores son Ors Kovacs, Zsolt Kovacs, Carlos Julio Kovacs y Carlos Mariano Kovacs, todos integrantes de una familia de origen húngaro pertenecientes a diferentes generaciones, establecidos en El Bolsón, provincia de Río Negro, miembros del Museo Ornitológico Patagónico que ellos mismos fundaron en  1949.
En su interior hay láminas con ilustraciones de buena calidad con información bastante completa de cada especie; también hay datos generales de cada familia y están los mapas de distribución de cada especie. Como dato a tener en cuenta es que la clasificación científica de las familias en muchos casos es obsoleta debido a que fue realizada hace algunas décadas y hoy muchos nombres científicos y sobre todo familias han cambiado sus nombres o especies que la conforman, por ejemplo en el libro están agrupadas en la familia Emberizidae muchas especies que ahora están dentro de la familia Thraupidae. a pesar de lo anterior en muchas especies la información es abundante. Varias especies también son presentadas con nombres comunes que en la actualidad no se usan en la nomenclatura estándar de Argentina, aunque no es mayor obstáculo y tiene el adicional de conocer otro de los nombres comunes como se conocen localmente a las especies.
Las dimensiones del libro son de 31 cm por 23 cm, contiene 364 páginas, ilustraciones a todo color impresas en papel ilustración, tapa blanda. Se imprimieron de la siguiente manera: 2500 ejemplares en inglés con tapa dura y 500 con tapa blanda; 1500 ejemplares en castellano con tapa blanda y 500 con tapa dura: de los últimos 125 numerados y firmados por Carlos Kovacs, en estuche y formando la edición Especial, todo esto según consta en la última página del libro.
Es un libro que hoy en día no es tan fácil de conseguir por tener ya 15 años, no obstante se puede comprar todavía visitando las páginas: La Biblioteca del Naturalista y Patalibro, ambas librerías con atención en La Plata y San Martín de los Andes respectivamente. Quizás haya otros lugares donde todavía se venda.
Sin dudas un libro muy recomendable no solamente para los que les gusta las aves patagónicas sino para todo el amante de las aves y por qué no de los libros de naturaleza ilustrados.

Kovacs C, Kovacs O; Manual Ilustrado de las Aves de la Patagonia, Antártida e Islas del Atlántico Sur, 1°ed,
Museo Ornitológico Patagónico, El Bolsón, 2005








viernes, 20 de marzo de 2020

Camino de las Altas Cumbres

Luego de recorrer la zona de la laguna de Mar Chiquita también conocida como Mar de Ansenuza en el noreste cordobés nos dirigimos hacia la zona serrana y pernoctamos en una elegante casona antigua en la ciudad de Alta Gracia. Por la mañana fuimos hacia las sierras y recorrimos parte del camino de las Altas Cumbres con el objetivo de visitar el Parque Nacional Quebrada del Condorito.
El día estaba parcialmente nublado al amanecer pero había pronóstico de lluvias, motivo suficiente para salir bien temprano desde Alta Gracia. Atravesamos hermosos paisajes recorriendo un sinuoso camino y pasando por el Observatorio de Bosque Alegre hasta llegar a la rotonda de la ruta 34 donde a pocos kilómetros iríamos subiendo en por una sinuosa ruta hasta los 2000 m.s.n.m.
Al principio nos pasamos de largo ya que no hay ninguna señal que nos indique la entrada al parque, más si uno viene desde el este; según nos contaron eso es con la intención de no hacer masiva la entrada de visitantes por haber numerosa población en las cercanías, solamente la ciudad de Córdoba  a escasos 50 km tiene más de 1 millón de habitantes. Al darnos cuenta que pasamos la entrada volvimos pero nos encontramos con la sorpresa que estaba cerrado, pensamos en un retraso en la hora de apertura. Nos extrañó la situación pero para no perder tiempo seguimos hacia el oeste hasta el santuario del Cura Brochero. En ese lugar pudimos ver una ratona aperdizada y un zorzal chiguanco, no mucho más mientras un colectivo lleno de peregrinos bajó a dejar ofrendas y conocer el santuario.
Santuario del Cura Brochero

Ratona aperdizada (Cistothorus platensis)

Volvimos en dirección a la entrada del parque nacional pero nos detuvimos en un sector del área protegida con una pequeña laguna y un arroyo. Pasamos el alambrado y empezamos a buscar especies, en especial nos interesaban remolineras endémicas de las sierras y otras aves de pastizales de ese ambiente. Pudimos observar algunas acuáticas nadando pero nada fuera de lo común; un águila posó en el tendido eléctrico y obviamente  pusimos atención en ella.
Águila mora (Geranoaetus melanoleucus)

Zorzal chiguanco (Turdus chiguanco)

Pato barcino (Anas flavirostris)


Pato maicero (Anas georgica)

Ratona aperdizada (Cistothorus platensis)

Gallareta chica (Fulica leucoptera)

En los pastizales por primera vez vimos espartillero serrano y enseguida nos percatamos que respondía a la reproducción de la voz; hicimos unos pocos llamados para no perturbarlo demasiado y logramos interesantes fotos.
Espartillero serrano (Asthenes wyatti)

Espartillero serrano (Asthenes wyatti)

Espartillero serrano (Asthenes wyatti)

Por la orillita del agua vimos remolineras y otras aves y nos pusimos a tomar fotos, viendo por primera vez las dos que buscábamos: la serrana y la chocolate, ambas endémicas de las sierras centrales.
Remolinera serrana (Cinclodes comechingonus)

Remolinera chocolate (Cinclodes olrogi)

Remolinera chocolate (Cinclodes olrogi)

Remolinera chocolate (Cinclodes olrogi)

Golondrina barranquera (Pygochelidon cyanoleuca)

Pico de plata (Hymenops perspicillatus) hembra






Volviendo hacia la ruta, cerca de las banquinas había varios arbustos y pequeños arbolitos, allí algunos coluditos canelas trinaban, pudiendo mejorar fotografía ya que lo vi hace unos años mucho más lejos en La Rioja.
Coludito canela (Leptsthenura fuliginiceps)

Coludito canela (Leptsthenura fuliginiceps)
Del otro lado de la ruta el paisaje era un poco más abierto y está atravesado por un arroyo cerca de donde estábamos  rodeado de pajonales y algunas zonas con hierba muy corta donde teníamos esperanzas de ver alguna otra especie serrana pero no tuvimos mucho éxito, en verdad la cantidad de aves en ese ambiente es muy bajo por las condiciones algo extremas del entorno, se encuentra a casi 2200 m.s.n.m, la zona más alta de las sierras en ese región. Lo más destacado de ese sector fueron además de las remolineras y los coluditos fue ver en el arroyo al asomarme desde lo alto de un peñasco una familia de pato barcino que como tenía pichones se hicieron los heridos para llamar mi atención mientras su progenie se escondía entre las hierbas. Estuvieron así varios minutos, iban y venían chapoteando por el arroyo o pasaban volando y observándome reiteradamente con atención. Mientras tanto surcaban el cielo algunos caranchos y muy alto un par de aguiluchos
Aguilucho variado (Geranoaetus polyosoma)

Pato barcino (Anas flavirostris)

Pato barcino (Anas flavirostris)

Pato barcino (Anas flavirostris)

Pato barcino (Anas flavirostris)

Pato barcino (Anas flavirostris)

Pato barcino (Anas flavirostris)

Remolinera chocolate (Cinclodes olrogi)
Unas fotos y videos de paisajes de las Altas Cumbres

Comenzando a subir el camino de las Altas Cumbres


Arroyo






Ya comenzaba a caer algunas gotas y como tampoco se veía demasiado cerca del mediodía comimos algo y volvimos hacia la entrada del parque que permanecía cerrado. A poco de detenernos y percatarnos que no íbamos a poder entrar se detuvo un colectivo y descendió un pasajero, le preguntamos si trabajaba en el parque pero nos respondió en inglés, resultó ser un joven turista estadounidense con el cual intercambiamos algunas palabras en ese idioma pudiéndole entender bastante y balbucear algunas frases que me pudo entender, mientras tanto se largaba un débil aguacero. No pude ofrecerle llevarlo de vuelta porque tenía el auto cargado con muchos bolsos y otros objetos, nos dio pena porque se mojaba y no podía entrar al parque. Esta situación nos llevó a buscar una explicación en Villa Carlos Paz donde está la intendencia del parque, distante a una treintena de kilómetros,  y de paso conocerla pero eso será tema de otra publicación.



Totalidad del camino de las Altas Cumbres