martes, 30 de enero de 2018
domingo, 28 de enero de 2018
Limícola II
Otra ave limícola que pude observar en Mar Chiquita fue el pitotoy grande (Tringa melanoleuca), que se diferencia del ptotoy chico por su pico más largo y levemente curvado hacia arriba, pero sobre todo por su tamaño mayor, pero esto es solo evidente si ambas especies están juntas, a primera vista y a la distancia en ocasiones puede llegar a confundir a observadores más experimentados.
Este ejemplar estaba en un arroyo lodoso, buscando alimento, luego de tomar fotos más adelante en el camino, en la costa de la albufera y en el mar pude divisar al mismo pitotoy en casi el mismo sector del arroyo, en todas las ocasiones me toleró bastante, aunque me ayudó mucho también el objetivo Tamron 150-600 mm que estrené justo ese día de comienzos de diciembre del año pasado.
Primera tanda de fotos tomadas temprano a poco de salir el sol
Segunda tanda tomadas a media mañana
Este ejemplar estaba en un arroyo lodoso, buscando alimento, luego de tomar fotos más adelante en el camino, en la costa de la albufera y en el mar pude divisar al mismo pitotoy en casi el mismo sector del arroyo, en todas las ocasiones me toleró bastante, aunque me ayudó mucho también el objetivo Tamron 150-600 mm que estrené justo ese día de comienzos de diciembre del año pasado.
Primera tanda de fotos tomadas temprano a poco de salir el sol
Segunda tanda tomadas a media mañana
miércoles, 24 de enero de 2018
Limícola I
Unas imágenes que tomé en diciembre de 2017 en la localidad bonaerense de Mar Chiquita, corresponden a varios ejemplares de becasa de mar (Limosa haemastica). Estas aves buscan su alimento entre el limo o en aguas muy someras en playas de mar, arroyos, lagunas y marismas, hundiendo el extremo de su largo pico ligeramente curvado hacia arriba.
Tuve la suerte de poder aproximarme y esconderme, además de estrenar un lente 150- 600 mm que me dio mucha magnificación y así captar buenos detalles. En ese sitio había varias aves limícolas, próximamente iré mostrándolas.
Esta especie pasa su invernada en Sudamérica y luego, en otoño migra al Ártico norteamericano, donde se reproduce.
Tuve la suerte de poder aproximarme y esconderme, además de estrenar un lente 150- 600 mm que me dio mucha magnificación y así captar buenos detalles. En ese sitio había varias aves limícolas, próximamente iré mostrándolas.
Esta especie pasa su invernada en Sudamérica y luego, en otoño migra al Ártico norteamericano, donde se reproduce.
lunes, 22 de enero de 2018
Agachona chica (Thinocorus rumicivorus)
ORDEN CHARADRIIFORMES
FAMILIA THINOCORIDAE
Status de conservación según BirdLife: preocupación menor
Habita estepas, estepas y matorrales altoandinos,dunas y vegas en las playas, pampas secas y desembocaduras de ríos; durante el invierno migra hacia las tierras bajas del centro del país.
Se alimenta de brotes tiernos de hierbas y semillas.
El nido consiste en una depresión en suelo suelto, preferentemente arenoso, cerca de algún humedal, donde la hembra pone 2 a 4 huevos manchados de pardo rojizo.
Es una especie sociable, anda en bandadas de entre 10 a 20 individuos, aunque por lo general pasan desapercibidas por su plumaje mimético.
Presenta dimorfismo sexual, el macho posee una banda vertical estrecha de color negro en la parte superior del pecho, pecho y cara gris. la hembra no posee coloración grisácea en la cara y pecho y la franja negra apenas es visible.
Mide 19 cm.
FAMILIA THINOCORIDAE
Status de conservación según BirdLife: preocupación menor
Habita estepas, estepas y matorrales altoandinos,dunas y vegas en las playas, pampas secas y desembocaduras de ríos; durante el invierno migra hacia las tierras bajas del centro del país.
Se alimenta de brotes tiernos de hierbas y semillas.
El nido consiste en una depresión en suelo suelto, preferentemente arenoso, cerca de algún humedal, donde la hembra pone 2 a 4 huevos manchados de pardo rojizo.
Es una especie sociable, anda en bandadas de entre 10 a 20 individuos, aunque por lo general pasan desapercibidas por su plumaje mimético.
Presenta dimorfismo sexual, el macho posee una banda vertical estrecha de color negro en la parte superior del pecho, pecho y cara gris. la hembra no posee coloración grisácea en la cara y pecho y la franja negra apenas es visible.
Mide 19 cm.
Fotos: gentileza de Guillermo Rost
Macho Bahía Bustamante, Chubut |
Hembra Bahía Bustamante, Chubut |
martes, 16 de enero de 2018
Viaje al Moconá
El día 28 de diciembre volviendo de mi estadía de Brasil desviamos un poco el camino y fuimos con mi familia a la Reserva de la Biósfera Yabotí, en la provincia de Misiones. Salimos bien temprano de la ciudad de Ijuí donde pasamos la noche en el Hotel e Churrascaria Nossa Casa (buen lugar para parar después de un largo viaje, comer y además cargar combustible) hacia el paso fronterizo Porto Soberbo - El Soberbio, donde cruzamos el río Uruguay en balsa.
En la ciudad de El Soberbio compramos unos pocos comestibles y partimos hacia Don Moconá Virgin Lodge, donde teníamos reservación; es el último hospedaje antes de llegar al final de la ruta provincial nº 2, que tienen un muy buen pavimento, finalizando en el sector de guardaparques de la Reserva Yabotí y a pocos metros del comienzo de los Saltos del Moconá en el mismo río Uruguay.
En el camino desde El Soberbio fuimos atravesando muchos minifundios donde los propietarios subsisten con su escasa producción, en parte modificando el hábitat selvático aunque se ven sectores con arboledas, parches de bosque y otra vegetación nativa, a diferencia de Brasil que la tierra es mayormente dividida en latifundios con mayor desarrollo económico y agrario, pero a costa de una gran transformación del ambiente natural, casi no se ve vegetación nativa y apenas unos muy pocos parches pequeños de bosque.
Mientas avanzábamos en el camino las chacras iban siendo más escasas y lentamente entrábamos en la reserva Yabotí, donde hay varios miradores muy bien ubicados y construidos para observar el paisaje, son tres antes de llegas a Don Moconá; en el último de estos la vista es espectacular, con solo selva virgen para observar.
Una vez llegados a Don Moconá en la entrada vimos una buena cantidad de mariposas en el suelo, seguramente absorbiendo sales, así que aprovechamos ese bello espectáculo natural y sacamos algunas fotos para el recuerdo.
El lodge cuenta con una recepción bonita y sencilla, con un salón comedor, baños y una pequeña sala de estar con sillones y una pequeña biblioteca. Luego de hacer el ingreso nos alojamos y bajamos nuestras pertenencias en las habitaciones que están unos 200 metros alejadas de la recepción, no muy lejos del Yabotí Guazú, aunque a unos 20 metros de altura quizás del cauce, por lo que no hay riesgos.
El día estaba algo soleado, húmedo y caluroso, a pesar de eso ni bien llegué a media mañana intenté sacar algunas fotos pero el calor era muy agobiante. Luego fuimos a almorzar la deliciosa comida que preparan allí mismo con originales recetas y excelente elaboración, en el menú del día hay dos platos principales para elegir, dos entradas y también postres, aunque si uno necesitara se podría elegir algún otro plato.
Otra buena característica del hospedaje son la presencia del Salto Horacio Foerster en su propiedad, las actividades incluidas como tubbingg, kayak, tirolesa, rappel y una excursión que se abona aparte que es un viaje en lancha hacia los Saltos del Moconá. El lugar es super tranquilo y si uno no quiere realizar esas actividades puede caminar por los senderos, disfrutar de la piscina, las cabañas o simplemente descansar...y por supuesto la observación de la exuberante y abundante flora y fauna.
Como dije antes la fauna y la flora es en extremo abundante, pero como solo estuvimos dos días faltó bastante por ver seguramente, a continuación algunas imágenes de lo que pude fotografiar, las aves son muchas pero en la selva no es tan sencillo verlas ni fotografiarlas como a campo abierto.
Entre otros integrantes de la fauna hay mamíferos como el agutí que pude ver fugazmente, también hay lagarto overo, insectos incontables en especial las bellísimas y coloridas mariposas, arañas, etc.
La flora es muy abundante, en especial los árboles, musgos, líquenes, helechos, orquídeas y toda clase de epifitas. No me dediqué a la flora ya que me enfoqué en las aves por la estadía corta, muestro solo una diminuta fracción de lo que se puede encontrar.
Las actividades que realizamos fueron tubbing, tirolesa y la excursión a los Saltos del Moconá. Esta última actividad la comenzamos cuando estaba lloviznando un poco pero a poco de zarpar comenzó a llover intensamente, lo que le sumó más aventura a la experiencia pero en verdad molestaba un poco, además de complicar las tomas fotográficas; mi vieja Canon 40D y Tamron 28-250 se la bancaron bien, pero la lente se mojó un poco y casi no podía secarlas, además llegando a los saltos el agua que salpicaba casi en forma de vapor producía el mismo efecto. Lo curioso era que por el calor del día anterior el vapor era cálido por la energía retenida en las rocas. Fueron unos 8 km desde la desembocadura del Yabotí Guazú en el Uruguay hasta los saltos, que miden más d e 2000 metros de longitud; para recorrerlos es necesaria la pericia del lanchero que conozca bien los canales profundos, ya que hay muchas rocas en el agua y pueden dañar el motor como les pasó a unos oficiales de Prefectura que nos seguían mientras navegábamos por la frontera.
Una vez descendidos de la lancha observamos el Uruguay bajo la lluvia y el paisaje del Parque Estadual do Turvo situado en Brasil en la orilla opuesta y a escasos 200 metros. Este parque es una continuación en Brasil de lo que es la reserva Yabotí, pero mucho más pequeño ya que tiene 18.000 hectáreas, bastante menos que las 250.000 de Yabotí.
entre las últimas actividades que hicimos fue ver la puesta del sol en el 4º y último mirador de la ruta provincial nº2, poco antes de llegar al sector de Guardaparques. Allí fuimos con Florencia y Carlos que trabajan en el lodge. Quedamos contemplando el majestuoso paisaje selvático atravesado por el arroyo e iluminado con los últimos rayos solares, disfrutando de unas tortas fritas y unos mates con la amena compañía de Florencia nuestra guía.
Pasamos unos días gratamente inolvidables en un sector de la provincia de Misiones que no conocíamos y es en mi entender uno de los menos alterados del país, además de pasarla excelente en Don Moconá, con una amable atención de todo el personal; sin dudas recomiendo visitar la reserva Yabotí y el hospedaje que elegimos.
SITUACIÓN GEOGRÁFICA
A continuación una lista con las aves observadas
Río Uruguay (costa argentina a la derecha) |
Balsa cruzando a Brasil |
Cruce en balsa desde Brasil hacia Argentina, justo en medio del río |
En la ciudad de El Soberbio compramos unos pocos comestibles y partimos hacia Don Moconá Virgin Lodge, donde teníamos reservación; es el último hospedaje antes de llegar al final de la ruta provincial nº 2, que tienen un muy buen pavimento, finalizando en el sector de guardaparques de la Reserva Yabotí y a pocos metros del comienzo de los Saltos del Moconá en el mismo río Uruguay.
En el camino desde El Soberbio fuimos atravesando muchos minifundios donde los propietarios subsisten con su escasa producción, en parte modificando el hábitat selvático aunque se ven sectores con arboledas, parches de bosque y otra vegetación nativa, a diferencia de Brasil que la tierra es mayormente dividida en latifundios con mayor desarrollo económico y agrario, pero a costa de una gran transformación del ambiente natural, casi no se ve vegetación nativa y apenas unos muy pocos parches pequeños de bosque.
Mientas avanzábamos en el camino las chacras iban siendo más escasas y lentamente entrábamos en la reserva Yabotí, donde hay varios miradores muy bien ubicados y construidos para observar el paisaje, son tres antes de llegas a Don Moconá; en el último de estos la vista es espectacular, con solo selva virgen para observar.
Ruta provincial nº 2 |
Vista de la selva y el arroyo Yabotí Guazú |
Una vez llegados a Don Moconá en la entrada vimos una buena cantidad de mariposas en el suelo, seguramente absorbiendo sales, así que aprovechamos ese bello espectáculo natural y sacamos algunas fotos para el recuerdo.
El lodge cuenta con una recepción bonita y sencilla, con un salón comedor, baños y una pequeña sala de estar con sillones y una pequeña biblioteca. Luego de hacer el ingreso nos alojamos y bajamos nuestras pertenencias en las habitaciones que están unos 200 metros alejadas de la recepción, no muy lejos del Yabotí Guazú, aunque a unos 20 metros de altura quizás del cauce, por lo que no hay riesgos.
El día estaba algo soleado, húmedo y caluroso, a pesar de eso ni bien llegué a media mañana intenté sacar algunas fotos pero el calor era muy agobiante. Luego fuimos a almorzar la deliciosa comida que preparan allí mismo con originales recetas y excelente elaboración, en el menú del día hay dos platos principales para elegir, dos entradas y también postres, aunque si uno necesitara se podría elegir algún otro plato.
Otra buena característica del hospedaje son la presencia del Salto Horacio Foerster en su propiedad, las actividades incluidas como tubbingg, kayak, tirolesa, rappel y una excursión que se abona aparte que es un viaje en lancha hacia los Saltos del Moconá. El lugar es super tranquilo y si uno no quiere realizar esas actividades puede caminar por los senderos, disfrutar de la piscina, las cabañas o simplemente descansar...y por supuesto la observación de la exuberante y abundante flora y fauna.
Balcón |
Vista desde el balcón; detrás de los árboles el arroyo Yabotí Grande |
Pasarela de madera que comunica las cabañas y la recepción |
Sendero al salto Horacio |
Salto Horacio |
Salto Horacio |
Recepción |
Como dije antes la fauna y la flora es en extremo abundante, pero como solo estuvimos dos días faltó bastante por ver seguramente, a continuación algunas imágenes de lo que pude fotografiar, las aves son muchas pero en la selva no es tan sencillo verlas ni fotografiarlas como a campo abierto.
Tuquito chico |
Milano plomizo |
Milano tijereta |
Jote real (juvenil) |
Jote cabeza colorada |
Chingolo |
Celestino |
Pijuí corona rojiza |
Arañero coronado chico |
Golondrina barranquera |
Picaflor copetón (hembra) |
Tersina (macho) |
Tersina (hembra) |
Ladrillito |
Vencejo de cascada |
Benteveo rayado |
Tueré chico |
Loro maitaca |
Suirirí silbón |
Frutero corona amarilla |
Trepador garganta blanca |
Zorzal colorado |
Pijuí negruzco |
Arañero silbón |
Anó grande |
Chiripepé cabeza verde |
Choca amarilla |
Urraca común |
Pioró (hembra) |
Saíra arcoiris (macho) |
Surucuá común (macho) |
Malaquita (Siproeta stelenes) |
Porá (Morpho helenor) |
Porá (Morpho helenor) |
La flora es muy abundante, en especial los árboles, musgos, líquenes, helechos, orquídeas y toda clase de epifitas. No me dediqué a la flora ya que me enfoqué en las aves por la estadía corta, muestro solo una diminuta fracción de lo que se puede encontrar.
Las actividades que realizamos fueron tubbing, tirolesa y la excursión a los Saltos del Moconá. Esta última actividad la comenzamos cuando estaba lloviznando un poco pero a poco de zarpar comenzó a llover intensamente, lo que le sumó más aventura a la experiencia pero en verdad molestaba un poco, además de complicar las tomas fotográficas; mi vieja Canon 40D y Tamron 28-250 se la bancaron bien, pero la lente se mojó un poco y casi no podía secarlas, además llegando a los saltos el agua que salpicaba casi en forma de vapor producía el mismo efecto. Lo curioso era que por el calor del día anterior el vapor era cálido por la energía retenida en las rocas. Fueron unos 8 km desde la desembocadura del Yabotí Guazú en el Uruguay hasta los saltos, que miden más d e 2000 metros de longitud; para recorrerlos es necesaria la pericia del lanchero que conozca bien los canales profundos, ya que hay muchas rocas en el agua y pueden dañar el motor como les pasó a unos oficiales de Prefectura que nos seguían mientras navegábamos por la frontera.
Saltos del Moconá |
Una vez descendidos de la lancha observamos el Uruguay bajo la lluvia y el paisaje del Parque Estadual do Turvo situado en Brasil en la orilla opuesta y a escasos 200 metros. Este parque es una continuación en Brasil de lo que es la reserva Yabotí, pero mucho más pequeño ya que tiene 18.000 hectáreas, bastante menos que las 250.000 de Yabotí.
entre las últimas actividades que hicimos fue ver la puesta del sol en el 4º y último mirador de la ruta provincial nº2, poco antes de llegar al sector de Guardaparques. Allí fuimos con Florencia y Carlos que trabajan en el lodge. Quedamos contemplando el majestuoso paisaje selvático atravesado por el arroyo e iluminado con los últimos rayos solares, disfrutando de unas tortas fritas y unos mates con la amena compañía de Florencia nuestra guía.
Pasamos unos días gratamente inolvidables en un sector de la provincia de Misiones que no conocíamos y es en mi entender uno de los menos alterados del país, además de pasarla excelente en Don Moconá, con una amable atención de todo el personal; sin dudas recomiendo visitar la reserva Yabotí y el hospedaje que elegimos.
SITUACIÓN GEOGRÁFICA
A continuación una lista con las aves observadas
LISTA DE AVES OBSERVADAS
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