Una corta serie que pude hacer de un pequeño pájaro de la familia Furnariidae en mi primera visita a San Sebastián de la Selva, en el extremo noreste de Misiones es de un macuquito (Lochmias nematura), siempre asociada a pequeños cursos de agua con corrientes o saltos. Esta ave busca allí su alimento que consiste en pequeños insectos o larvas,saltando al costado del arroyo entre las rocas, en una cascadita artificial cerca de las cabañas. Las imágenes fueron tomadas en julio de 2012.
No me fue fácil fotografiarlo porque pasa bastante desapercibido con su plumaje críptico en esos ambientes, además de ser movedizo y algo temeroso de las personas.
Entre las fotos que pude tomar destaco las siguientes:
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Macuquito (Lochmias nematura)
viernes, 29 de mayo de 2015
martes, 26 de mayo de 2015
Diucas del Tromen
Ni bien llegué al sector de estacionamiento en el lago Tromen, cerca de las mesas y entre las raíces de los enormes árboles que bordean el lago me encontré con una pequeña bandada de diucas (Diuca diuca) buscando alimento entre la hojarasca del bosque, principalmente semillas y pequeños invertebrados; a uno de ellos lo tomé devorando una avispa chaqueta amarilla.
Eran relativamente tolerantes, aunque me costó un poco acercarme a la distancia que me gustaba, que por el tamaño de estos pajaritos siempre es lo máximo posible, si es menos de 3 o 4 metros mejor....es que soy un poco perfeccionista...
Eran relativamente tolerantes, aunque me costó un poco acercarme a la distancia que me gustaba, que por el tamaño de estos pajaritos siempre es lo máximo posible, si es menos de 3 o 4 metros mejor....es que soy un poco perfeccionista...
domingo, 24 de mayo de 2015
Joyas sureñas
Durante mis últimas vacaciones en San Martín de los Andes, allá por comienzos de abril de este año me fui a visitar a mis amigos Susy y Guille que luego de una amena charla me ofrecieron a fotografiar al picaflor rubí (Sephanoides sephaniodes), única especie de colibrí que vive en el bosque andino-patagónico, la excepción son unos pocos registros del picaflor gigante(Patagona gigas) en la provincia de Neuquén.
Durante el día se dirigen a las flores de los parques o de las plantas del bosque, mientras que al atardecer se dan una vuelta por las casas que tienen libaderos con néctar artificial para una ración extra de energía. Para ello en la casa hay colocados varios libaderos en los balcones y en el parque.
Ya contento con volver a verlos y fotografiarlos de cerca nos trasladamos hasta una habitación con el alimento pendiente de una ramita seca clavada en la tierra de una maceta que Susy colocó en la ventana que da a una calle. Ya comenzaba a atardecer y había escasa luz, por lo que usé flash en todo momento, buscando de utilizar como fondo algunas paredes y árboles al otro lado de la calle o directamente el cielo, mucho más claro.
Las aves parecían desconocerme y al verme a mi se ponían muy nerviosas, llegó a haber en algún momento unos 5 ejemplares, al menos 3 eran machos. Todos se acercaban y se iban velozmente por su desconfianza hacia mi, sumando a esto la complicada tarea de tomar una foto enfocada usando el teleobjetivo de 300 mm a escasos metros y para empeorarla las aves cada vez que tomaba las fotos salían espantadas, incluso cuando estaban posadas en la ramita. Con Susy debatimos si era el flash o el ruido del obturador, hasta que tomé unas fotos sin flash y llegamos a la conclusión que los destellos era lo que los asustaban. Lo más notable es que con Susy los picaflores sentían confianza y logró que uno de ellos se posara en su mano para beber el néctar.
Finalmente toleraron un poquito más los destellos de luz y las fotos salieron un poco mejor, incluso apareció una hembra muy mansa que se dejó fotografiar perfectamente en su posadero sin alterarse en lo más mínimo.
Agradezco profundamente la cordialidad de Guille y Susy, que gentilmente todos los años me permiten visitar su hogar y tomar fotos de sus plumíferos vecinos.
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Picaflor rubí (Sephanoides sephaniodes)
Durante el día se dirigen a las flores de los parques o de las plantas del bosque, mientras que al atardecer se dan una vuelta por las casas que tienen libaderos con néctar artificial para una ración extra de energía. Para ello en la casa hay colocados varios libaderos en los balcones y en el parque.
Ya contento con volver a verlos y fotografiarlos de cerca nos trasladamos hasta una habitación con el alimento pendiente de una ramita seca clavada en la tierra de una maceta que Susy colocó en la ventana que da a una calle. Ya comenzaba a atardecer y había escasa luz, por lo que usé flash en todo momento, buscando de utilizar como fondo algunas paredes y árboles al otro lado de la calle o directamente el cielo, mucho más claro.
Las aves parecían desconocerme y al verme a mi se ponían muy nerviosas, llegó a haber en algún momento unos 5 ejemplares, al menos 3 eran machos. Todos se acercaban y se iban velozmente por su desconfianza hacia mi, sumando a esto la complicada tarea de tomar una foto enfocada usando el teleobjetivo de 300 mm a escasos metros y para empeorarla las aves cada vez que tomaba las fotos salían espantadas, incluso cuando estaban posadas en la ramita. Con Susy debatimos si era el flash o el ruido del obturador, hasta que tomé unas fotos sin flash y llegamos a la conclusión que los destellos era lo que los asustaban. Lo más notable es que con Susy los picaflores sentían confianza y logró que uno de ellos se posara en su mano para beber el néctar.
Finalmente toleraron un poquito más los destellos de luz y las fotos salieron un poco mejor, incluso apareció una hembra muy mansa que se dejó fotografiar perfectamente en su posadero sin alterarse en lo más mínimo.
Agradezco profundamente la cordialidad de Guille y Susy, que gentilmente todos los años me permiten visitar su hogar y tomar fotos de sus plumíferos vecinos.
Macho |
Hembra |
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Picaflor rubí (Sephanoides sephaniodes)
sábado, 23 de mayo de 2015
Lagunas Encadenadas del Oeste
Las lagunas Encadenadas del Oeste son cuerpos de agua de una cuenca endorreica ubicados en el oeste de la provincia de Buenos Aires. Por lo general la región sufre hemiciclos que duran en promedio unos 50 años donde se alteran períodos húmedos y períodos de sequía, lo que hace aumentar y disminuir dramáticamente el nivel de las aguas.
Las lagunas presentan aguas algo salobres a muy salobres (Epecuén), esta última debido a que no recibe aguas de ningún curso fluvial y las sales se concentran por la evaporación de la misma. Las otras lagunas reciben aguas de los arroyos que bajan de la Sierra de la Ventana (Sauce corto , Cura Malal y Pescado); también hoy en día existen canalizaciones que las conectan con el arroyo Vallimanca que desagota sus aguas en el río Salado.
La zona es muy interesante por presentar gran cantidad de aves acuáticas, no tanto en especies sino en número, es común observar cientos e incluso miles de ejemplares de cada especie, observándose varias especies de patos, gaviotas, gallaretas, zambulidores flamencos, falaropos entre otros.
Con excepción de Carhué el resto de las lagunas presentan algo de vegetación en sus orillas, como juncos, cortaderas y espartillo, aunque no en gran cantidad. Las aguas cubren el suelo con una pendiente mínima y es habitual ver las aves buscando alimento en inmensas extensiones de aguas someras, lo que dificulta mucho el acercamiento para obtener fotos aunque presentan un panorama amplio para observarlas con binoculares o telescopio. En estas lagunas se realiza la pesca (fundamentalmente en laguna Alsina) excepto laguna Epecuén.
En la laguna del Monte tenemos infraestructura de campings, hoteles y algunos paseos de la apacible, pequeña y bonita ciudad de Guaminí que dan a una porción de la laguna; en su centro se halla la Isla Sistina, de unos 3 km de extensión.
La laguna Epecuén con sus aguas más saldas que el océano atrae aves que se alimentan de algas u otros diminutos organismos que las devoran; es muy común ver grandes bandadas de flamencos, falaropos, macá plateado, tero-real, pitotoys y muchos coscoroba entre otros.
Las lagunas presentan aguas algo salobres a muy salobres (Epecuén), esta última debido a que no recibe aguas de ningún curso fluvial y las sales se concentran por la evaporación de la misma. Las otras lagunas reciben aguas de los arroyos que bajan de la Sierra de la Ventana (Sauce corto , Cura Malal y Pescado); también hoy en día existen canalizaciones que las conectan con el arroyo Vallimanca que desagota sus aguas en el río Salado.
La zona es muy interesante por presentar gran cantidad de aves acuáticas, no tanto en especies sino en número, es común observar cientos e incluso miles de ejemplares de cada especie, observándose varias especies de patos, gaviotas, gallaretas, zambulidores flamencos, falaropos entre otros.
Con excepción de Carhué el resto de las lagunas presentan algo de vegetación en sus orillas, como juncos, cortaderas y espartillo, aunque no en gran cantidad. Las aguas cubren el suelo con una pendiente mínima y es habitual ver las aves buscando alimento en inmensas extensiones de aguas someras, lo que dificulta mucho el acercamiento para obtener fotos aunque presentan un panorama amplio para observarlas con binoculares o telescopio. En estas lagunas se realiza la pesca (fundamentalmente en laguna Alsina) excepto laguna Epecuén.
En la laguna del Monte tenemos infraestructura de campings, hoteles y algunos paseos de la apacible, pequeña y bonita ciudad de Guaminí que dan a una porción de la laguna; en su centro se halla la Isla Sistina, de unos 3 km de extensión.
Monumento al pejerrey |
También hay estructura hotelera y de campings; en sus margen norte se encuentran las ruinas de Villa Epecuén, pequeña población que recibía turistas que acudían para sumergirse en sus aguas curativas (ver enlaces al final de la entrada).
Miles de macá plateado |
Coscoroba |
Tero-real |
Flamenco austral |
Falaropo |
ALGUNAS AVES DE LA ZONA DE LAS ENCADENADAS
Modificado de www.ecoregistros.org
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jueves, 21 de mayo de 2015
Juvenil de espátula rosada
En unas de mis recorridas el pasado verano pude divisar en las playas de Punta Rasa, en la zona del faro a una solitaria espátula rosada (Platalea ajaja) juvenil, fácilmente identificable por su plumaje pálido y su cabeza con menos colorido.
Este ejemplar se alimentaba en las aguas someras de esa zona de la bahía Samborombón y me permitió acercarme caminando a una distancia bastante corta, a pesar de estar totalmente al descubierto; en parte se debió a que lo hice con mucha cautela.
Finalmente se espantó cuando unas personas en un cuatriciclo pasaron cerca, pero no todo estuvo perdido ya que la pude retratar en vuelo. Luego la seguí y pude acercarme nuevamente pero no tanto como la primera vez, hasta que se fue a la orilla de una isla temporaria que se formó con la marea baja.
Este ejemplar se alimentaba en las aguas someras de esa zona de la bahía Samborombón y me permitió acercarme caminando a una distancia bastante corta, a pesar de estar totalmente al descubierto; en parte se debió a que lo hice con mucha cautela.
Finalmente se espantó cuando unas personas en un cuatriciclo pasaron cerca, pero no todo estuvo perdido ya que la pude retratar en vuelo. Luego la seguí y pude acercarme nuevamente pero no tanto como la primera vez, hasta que se fue a la orilla de una isla temporaria que se formó con la marea baja.
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