Una especie que he observado ya varias veces alimentarse de larvas de insectos, en especial orugas y larvas de escarabajos es la monjita coronada (Xolmis coronatus) en esta última ocasión en un camino del Parque Nacional Lihué Calel.
Había pasado poco desde el amanecer y todavía la luz solar no iluminaba el camino cuando divisé dos monjita posadas en el suelo, una de ellas alimentándose de la larva de un insecto. Traté de caminar con cautela pero las monjitas se volaron un poco más lejos y posaron sobre la misma calle, por lo que decidí ir entre los matorrales para poder sorprenderlas desde más cerca oculto entre la vegetación, algo que no fue fácil en absoluto porque estaba cundido de arbustos muy espinosos que se me enganchaban en la ropa y me hacían doler.
Solo pude llegar a unos 7 u 8 metros de las aves, asomándome entre el hueco que dejaban unas ramas de unos arbustos, fue una pena que no pudiera más porque era imposible llegar por las espinas y las ramas; de todos modos la pude ver luchar para tragarse esa larva, hasta que vio un movimiento mío y se voló más lejos con su alimento en el pico.
Las fotos tienen algo de recorte para mostrar mejor a las aves y la larva.
jueves, 21 de abril de 2016
martes, 19 de abril de 2016
Retratos de garcita blanca
En mi último acceso a la alguna de Monte para fotografiar con hidrohide, allá por la tarde del 2 de marzo pude obtener una fotos de una garcita blanca (Egretta thula) a muy corta distancia, tan cerca la tuve que a veces no podía enfocar ya que mi teleobjetivo no puede hacerlo a menos de 1,5 metros.
El ave toleraba mi artilugio de lo más bien, diría que lo ignoraba por completo a pesar que para aproximarme tenía que hacer un poco de fuerza por el barro putrefacto, cosa de lo más provechosa ya que pude lograr muchas imágenes con el ave relajada y tratando de obtener algo de alimento en esas aguas someras sin perturbarla en absoluto.
Estas son algunas imágenes casi con los últimos rayos de sol de ese día.
El ave toleraba mi artilugio de lo más bien, diría que lo ignoraba por completo a pesar que para aproximarme tenía que hacer un poco de fuerza por el barro putrefacto, cosa de lo más provechosa ya que pude lograr muchas imágenes con el ave relajada y tratando de obtener algo de alimento en esas aguas someras sin perturbarla en absoluto.
Estas son algunas imágenes casi con los últimos rayos de sol de ese día.
domingo, 17 de abril de 2016
Encuentro cercano con el inambú silbón
A fines de marzo de este año estuve de paseo por Chilecito visitando a unos amigos y disfrutando de los hermosos paisajes riojanos, pero antes de salir me puse en contacto con un observador de aves que vive en una población muy cercana , Malligasta, para saber que aves podría ver en la zona ya que no conocía mucho de lo que podría ver en ese lugar y en esa época del año. El observador en cuestión es Federico Izasa, que no solo me dio varios consejos sino que me invitó a realizar una salida por los alrededores de Chilecito, salida que coordinamos estando allá y que realizamos el día 28.
El día estuvo excelente, con muy buenas condiciones de temperatura y luz; recorrimos caminos entre las sierras, llegamos a casi 3000 m.s.n.m. en inmediaciones de la Mina El Oro (en una próxima publicación mostraré fotos), para luego al mediodía llegar Famatina, almorzar y posteriormente por la tarde seguir hacia la Cuesta de la Aguadita, un paraje serrano que atraviesa la ruta provincial 11 y que es muy hermoso. Entre esos cerros, casi a orillas de la ruta hay una casa propiedad de una persona mayor que la habita temporalmente, cuando va le da alimento a los animales silvestres que viven en su propiedad, entre ellas están los inambúes silbones (Nothoprocta pentlandii).
Ya entre los caminos de la sierra de Famatina vi varios inambúes silbones e intenté tomar algunas fotos, pero Federico me dijo que no me preocupara mucho, que más tarde veríamos otros bien de cerca, cosa que fue verdad por que ni bien llegamos a la tranquera de la casa vi un inambú que no estaba demasiado lejos pero que se fue a esconder entre los pastos, al verme Federico dijo que estuviera tranquilo, que ellos se acercarían ya que están acostumbrados a que se les dé de comer. Por fortuna en mi mochila llevaba unas semillas de alpiste, arrojé algunas en el camino de entrada que las aves al ver caer y oír el leve sonido de su choque con el piso se abalanzaron a devorarlas. Eran tres ejemplares
Nos aproximamos con cautela y luego para mejorar la perspectiva hicimos cuerpo a tierra por un rato hasta tomarles muchas fotos, también hasta que el cuerpo aguantara, la tierra estaba dura y los años no vienen solos pero valió la pena verlos tan próximos y confiados, además ese día era la primera vez que veía esa especie,de una familia (Tinamidae) cuyas especies tienen la costumbre de esconderse y pasar desapercibidas entre los matorrales con su plumaje críptico, por lo que me siento muy afortunado de haber vivido ese momento.
Aquí se ven algunas imágenes de como se obtuvieron las fotos
Lugar del avistaje
El día estuvo excelente, con muy buenas condiciones de temperatura y luz; recorrimos caminos entre las sierras, llegamos a casi 3000 m.s.n.m. en inmediaciones de la Mina El Oro (en una próxima publicación mostraré fotos), para luego al mediodía llegar Famatina, almorzar y posteriormente por la tarde seguir hacia la Cuesta de la Aguadita, un paraje serrano que atraviesa la ruta provincial 11 y que es muy hermoso. Entre esos cerros, casi a orillas de la ruta hay una casa propiedad de una persona mayor que la habita temporalmente, cuando va le da alimento a los animales silvestres que viven en su propiedad, entre ellas están los inambúes silbones (Nothoprocta pentlandii).
Ya entre los caminos de la sierra de Famatina vi varios inambúes silbones e intenté tomar algunas fotos, pero Federico me dijo que no me preocupara mucho, que más tarde veríamos otros bien de cerca, cosa que fue verdad por que ni bien llegamos a la tranquera de la casa vi un inambú que no estaba demasiado lejos pero que se fue a esconder entre los pastos, al verme Federico dijo que estuviera tranquilo, que ellos se acercarían ya que están acostumbrados a que se les dé de comer. Por fortuna en mi mochila llevaba unas semillas de alpiste, arrojé algunas en el camino de entrada que las aves al ver caer y oír el leve sonido de su choque con el piso se abalanzaron a devorarlas. Eran tres ejemplares
Nos aproximamos con cautela y luego para mejorar la perspectiva hicimos cuerpo a tierra por un rato hasta tomarles muchas fotos, también hasta que el cuerpo aguantara, la tierra estaba dura y los años no vienen solos pero valió la pena verlos tan próximos y confiados, además ese día era la primera vez que veía esa especie,de una familia (Tinamidae) cuyas especies tienen la costumbre de esconderse y pasar desapercibidas entre los matorrales con su plumaje críptico, por lo que me siento muy afortunado de haber vivido ese momento.
Aquí se ven algunas imágenes de como se obtuvieron las fotos
Lugar del avistaje
Inambú silbón (Nothoprocta pentlandii)
ORDEN TINAMIFORMES
FAMILIA TINAMIDAE
Status de conservación según BirdLife: preocupación menor
Habita pastizales, pajonales y matorrales en regiones serranas y montañosas del centro y noroeste, también las sierras de Córdoba.
Se alimenta de semillas, brotes, complementando su dieta con pequeños insectos.
Nidifica en el suelo generalmente entre la vegetación, en una cavidad que tapiza con pastos, donde la hembra pone entre 5 a 10 huevos elíptico,de color chocolate pálido brillante.
Mide 25 cm.
Peso 300 g
Otros nombres: Gauypo silbador, guaipo chico, perdiz de la sierra, perdiz serrana chica, perdiz negra, inambú serrano.
FAMILIA TINAMIDAE
Status de conservación según BirdLife: preocupación menor
Habita pastizales, pajonales y matorrales en regiones serranas y montañosas del centro y noroeste, también las sierras de Córdoba.
Se alimenta de semillas, brotes, complementando su dieta con pequeños insectos.
Nidifica en el suelo generalmente entre la vegetación, en una cavidad que tapiza con pastos, donde la hembra pone entre 5 a 10 huevos elíptico,de color chocolate pálido brillante.
Mide 25 cm.
Peso 300 g
Otros nombres: Gauypo silbador, guaipo chico, perdiz de la sierra, perdiz serrana chica, perdiz negra, inambú serrano.
Cuesta de la Aguadita, La Rioja |
viernes, 15 de abril de 2016
Chajáes en el barro
Unas fotos que pude obtener en mi última entrada a la laguna de Monte en un sector con poca agua pero en sus días con mucha actividad de aves zancudas (ver aquí) ya a últimas horas de la tarde del 2 de marzo pasado son de una de las especies más corpulentas de aves que hay en la zona: el chajá (Chauna torquata).
Como es habitual en ellos se los ve en parejas; esta había aterrizado cerca de donde estaba y me fui moviendo en el baro espeso y el agua para posicionarme mejor, pero los chajáes se me iban alejando de a poco ya que me miraban mi escondite con desconfianza, hasta que finalmente se fueron volando.
Una prueba de lo espeso que era el barro putrefacto está en una foto que muestra como uno de los chajáes se va enterrando, y eso teniendo en cuenta que pesa solo unos 4 Kg a diferencia mía que paso los 70 kg, con lo que se podrán imaginar lo que me costó desplazarme. Pero sin sacrificio no se obtiene mucho en la vida, así que el esfuerzo valió la pena para poder estar en su ambiente observándolos y retratándolos.
Como es habitual en ellos se los ve en parejas; esta había aterrizado cerca de donde estaba y me fui moviendo en el baro espeso y el agua para posicionarme mejor, pero los chajáes se me iban alejando de a poco ya que me miraban mi escondite con desconfianza, hasta que finalmente se fueron volando.
Una prueba de lo espeso que era el barro putrefacto está en una foto que muestra como uno de los chajáes se va enterrando, y eso teniendo en cuenta que pesa solo unos 4 Kg a diferencia mía que paso los 70 kg, con lo que se podrán imaginar lo que me costó desplazarme. Pero sin sacrificio no se obtiene mucho en la vida, así que el esfuerzo valió la pena para poder estar en su ambiente observándolos y retratándolos.
lunes, 11 de abril de 2016
Guayata (Chloephaga melanoptera)
ORDEN ANSERIFORMES
FAMILIA ANSERIDAE
Status de conservación según BirdLife: preocupación menor
Habita la cordillera de los Andes sobre los 3000 m.s.n.m. a orillas de lagunas y cursos de agua con zonas de vegetación herbácea de la cual se alimenta.
Se los ve en pequeñas bandadas; son de hábitos más bien terrícolas, se meten en pocas ocasiones al agua, principalmente cuando tienen pichones. No presenta dimorfismo sexual marcado.
Nidifica en una pequeña depresión en el suelo, en el pasto o entre las rocas, a veces la recubre con pastos o plumas para suavizar el interior. La hembra pone entre 6 a 8 huevos de color blanquecino que incuba por 30 días.
Mide 70 cm, la envergadura es de 140 cm; el peso promedio ronda los 3 kg.
FAMILIA ANSERIDAE
Status de conservación según BirdLife: preocupación menor
Habita la cordillera de los Andes sobre los 3000 m.s.n.m. a orillas de lagunas y cursos de agua con zonas de vegetación herbácea de la cual se alimenta.
Se los ve en pequeñas bandadas; son de hábitos más bien terrícolas, se meten en pocas ocasiones al agua, principalmente cuando tienen pichones. No presenta dimorfismo sexual marcado.
Nidifica en una pequeña depresión en el suelo, en el pasto o entre las rocas, a veces la recubre con pastos o plumas para suavizar el interior. La hembra pone entre 6 a 8 huevos de color blanquecino que incuba por 30 días.
Mide 70 cm, la envergadura es de 140 cm; el peso promedio ronda los 3 kg.
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Parque Provincial Aconcagua, Mendoza |
sábado, 9 de abril de 2016
Juvenil de águila coronada
En mi último viaje que hice rumbo a Chilecito en la provincia de La Rioja tuve la expectativa de ver algunas especies nuevas que en total fueron 16, bastantes a pesar de no haber hecho salidas estrictamente fotográficas y que fue solamente una.
El primer día de estadía estuvo feo, muy nublado y con caída de algunas gotas, donde solo vi dos aves, pero al segundo día fuimos con mi familia y unos amigos rumbo al Parque Provincial Ischigualasto, del que ya mostré fotos hace dos días; en el trayecto desde Chilecito a Ischigualasto, a pocos kilómetros de haber pasado la localidad de Patquía pude divisar posada en el poste de una línea eléctrica paralela a la ruta nacional 150 un rapaz grande que llamó mi atención. Al verla desaceleré, pegué la vuelta y le fui tomando algunas fotos de lejos, luego me bajé con cautela y me pude aproximar unos metros donde la vi estirarse, excretar, acomodar su plumaje, observarme con cierta curiosidad y luego salir volando cuando menos lo esperaba. No estuve mucho tiempo pero me sorprendió que se quedará tanto teniendo en cuenta que era una rapaz.
Luego de disfrutar el paseo por Ischigualasto, Talampaya, Villa Unión y la cuesta de Miranda regreso a la casa, miro la guía para ver cual rapaz era y me llevo la enorme sorpresa de ver a una de las especies más escasas de nuestra fauna: el águila coronada (Buteogallus coronatus) en este caso un ejemplar juvenil. ver esta águila no es muy habitual, quedan unas 1000 en todo su rango de distribución, por lo que fui muy afortunado al verla. Las imágenes corresponden las 10 hs del día 26 de marzo de 2016.
El primer día de estadía estuvo feo, muy nublado y con caída de algunas gotas, donde solo vi dos aves, pero al segundo día fuimos con mi familia y unos amigos rumbo al Parque Provincial Ischigualasto, del que ya mostré fotos hace dos días; en el trayecto desde Chilecito a Ischigualasto, a pocos kilómetros de haber pasado la localidad de Patquía pude divisar posada en el poste de una línea eléctrica paralela a la ruta nacional 150 un rapaz grande que llamó mi atención. Al verla desaceleré, pegué la vuelta y le fui tomando algunas fotos de lejos, luego me bajé con cautela y me pude aproximar unos metros donde la vi estirarse, excretar, acomodar su plumaje, observarme con cierta curiosidad y luego salir volando cuando menos lo esperaba. No estuve mucho tiempo pero me sorprendió que se quedará tanto teniendo en cuenta que era una rapaz.
Luego de disfrutar el paseo por Ischigualasto, Talampaya, Villa Unión y la cuesta de Miranda regreso a la casa, miro la guía para ver cual rapaz era y me llevo la enorme sorpresa de ver a una de las especies más escasas de nuestra fauna: el águila coronada (Buteogallus coronatus) en este caso un ejemplar juvenil. ver esta águila no es muy habitual, quedan unas 1000 en todo su rango de distribución, por lo que fui muy afortunado al verla. Las imágenes corresponden las 10 hs del día 26 de marzo de 2016.
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