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lunes, 10 de octubre de 2016

Nido activo de espinero pecho manchado

Hace ya poco más de un mes me di una vuelta por varios kilómetros cerca de mi ciudad, por la zona rural del partido de Monte, primero por la localidad de Zenón Videla Dorna y más tarde por cercanías de Francisco A. Berra, dos caseríos muy pequeños relacionados con estaciones ferroviarias de dos diferentes ferrocarriles.
En proximidades de Berra, en lo que queda del terraplén por donde antiguamente pasaba el desaparecido ya hace más de 50 años ferrocarril de trocha angosta, hay sectores que los que crecen algunos árboles aunque en partes no porque los dueños de los campos linderos en casi todas las ocasiones la usan para que paste el ganado. Allí crecen muchos pajonales y árboles como cina-cinas, espinillos , talas, acacios negros, moreras, algún fresno o incluso álamo entre algún otro más.
Ese día era el 3 de septiembre y aprovechando la soledad del lugar me detuve y bajé del auto para explorar el sitio que prometía ver algunas aves. Por fortuna pude ver algunas construyendo o habitando nidos, varias tacuaritas azules, calandrias, tordos,caranchos, chimangos,chingolos, piojitos comunes, benteveos, horneros revoloteaban el lugar, también en ese sitio encontré espineros pecho manchado (Phacellodomus striaticollis) que al oírlos los fui a buscar ya que son difíciles y por los cuales tengo cierta predilección, que a su vez tenían justo allí un nido del cual entraban,salían y en apariencia estaban terminando de acondicionar. Para fotografiarlos me aposté cerca del nido semioculto por unas pajas, momento que no olvidaré ya que de pura suerte en mismo lugar pude avistar por primera vez en Monte y en mi vida al cachudito pico amarillo, el que sería hasta ahora el primer registro del que tengo noticia para el partido; imágenes de esa salida de seguro mostraré pronto en mi otro blog Aves Bonaerenses. 
Pero volviendo a los espineros el  3 de septiembre pude fotografiarlos poco ya que se trata de una especie esquiva que se alarma y trata de camuflarse entre las intricadas ramas de árboles y arbustos que son mayormente su hábitat natural, motivo por el que es muy poco conocido incluso para la gente del campo. El día se fue nublando lentamente, estaba algo ventosos y frío incluso a media mañana, el invierno se iba despidiendo y se hacía sentir. Lo positivo es que, a pesar de verlo en el nido no pude fotografiarlos sobre el mismo, había descubierto su nido e iba a retornar a él con la intención de ver a las aves entrar o traer material hacia él.

Volví al sábado siguiente, el 10 de septiembre con un poco más de cautela y pude fotografiarlo muy poco de cerca aunque  ya que un integrante de la pareja al percatarse de mi presencia merodeaba el nido pero no ingresaba, incluso alarmó a su pareja que traía material para el interior de la cámara alejándose entendiendo la presencia de un posible peligro que no era tal ya que solo quería tomarles fotos. Registré un poco mejor el lugar y tomé fotos del nido también pero al llegar a casa no quedé conforme y decidí volver otro día
Vigilando el lugar ya que sospechaba de la presencia de un posible peligro (el fotógrafo en este caso)




Con materiales para suavizar el interior del nido



Ya ingresando al nido, se ve solo parcialmente la cola


Panorámica del lugar donde se encuentra el nido


Ya lo había observado, estudiado un poco su comportamiento, aprendí que se avisan de un intruso en su territorio, que nunca entran directamente a su nido sino que se dan una vuelta por las ramas para ver si no hay peligro,vi como llevaban materiales blando para suavizar el interior pero me debía unas fotos mejores por tal motivo regresé al día siguiente, ya pensando como llegar al lugar sin alarmarlos y verlos entrar.
Me preparé una tela camuflada para taparme mientras me recostaba en la parte superior del terraplén entre unos pajonales y al lado del tronco de un tala, ingresando sobre el mismo terraplén desde unos 50 metros y apareciendo entre las ramas todavía sin hojas de los árboles, rogando que no me vea ninguno de los ocupantes del nido y que mi ropa camuflada sirviera de algo, que por lo general da resultado algo pobres en el avistaje de aves.
Todo funcionó bien salvo la tela que me fue una molestia, así que me acurruqué y me coloqué un pasamontañas también camuflado para ocultar mi rostro y al rato llegó uno de los espineros. Lo tuve bien cerca y casi a la misma altura ya que la rama pendiente estaba a más de 1 metro del suelo pero desde la antigua vía estaba casi a la misma altura. Por fin quedé bastante satisfecho, de seguro se pueden mejorar las fotos pero no quiero seguir molestándolos, pronto o ya estarán en su etapa reproductiva. Otro tema es que seguramente el follaje hoy en día mantendrá en partes su nido en sombras por lo que la luz solar no será una aliada, habría que usar el flash y los resultados no serían los mismos.
Vuelta por las ramas antes de llegar al nido








Vista cercana del nido hecho con ramitas, incluso se ve un plástico viejo
Diagrama del nido tomado de Aves Argentinas: Descripción, comportamiento, reproducción y distribución
de Martín R. de la Peña

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