Remolinera en la huella

El 20 de agosto recorriendo las adyacencias de mi ciudad intentando observar aves en el sector de la compuerta de las lagunas, recorrí un camino que flanquea la estancia El Rosario sin demasiado éxito, un camino algo húmedo por lluvias recientes y que transité con cuidado. A la vuelta en una zona con huellas llenas de aguas y algo de barro divisé una remolinera común (Cinclodes fuscus),  furnárido migratorio que llega desde la Patagonia durante el otoño y que permanece hasta fines del invierno en latitudes más bajas para evitar las inclemencias de la estación fría que azota las regiones más australes.

Esta ave pariente del hornero prefiere costas de lagunas, lagos, arroyos y charcas, donde busca alimento que son pequeños invertebrados que proliferan en estos ambientes. Este ejemplar en particular lo vi venir de la orilla de la laguna Las Perdices, a metros de la compuerta, se aproximó hacia  mi auto mientras iba conduciendo a velocidad de paso de hombre, por lo que detuve la marcha e intuí que se iba a acercar hacia la parte con barro, cosa que efectivamente hizo unos instantes después. Primero me aseguré unas fotos tomando desde adentro con la ventanilla baja, luego descendí agachado y a paso lento al estilo ganso; al poco rato el avecilla tomó confianza y pude ver como capturaba varias lombrices que uno ni imagina que pudieran estar ahí y menos aún una persona pude ser capaz de divisar entre el lodo y el pasto.

La remolinera estuvo varios minutos en ese lugar buscando bichitos, pude sacarle fotos a placer sin que nadie me molestara porque la gente que pasaba y los pescadores que había cerca estaban en sus cosas, seguramente pasaron varios mirando curiosos lo que hacía; otra cosa que me favoreció fue que el camino estaba feo y más adelante cortado con agua, no pasaba nadie por allí, solamente a un forastero se le ocurrió pasar luego que terminara de sacar las fotos que fue cuando el ave se retiró a otro lugar, quizás luego de explorar todo lo que pudo sin encontrar más de comer.