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sábado, 31 de marzo de 2018

Historia de horneros

Un casal de hornero (Furnarius rufus) eligió una ventana de la planta alta del frente de mi casa para construir su característico nido de barro. Comenzaron a fines del verano, precisamente en  marzo, lentamente, tardaron varios meses en hacerlo porque traían poco barro, muy esporádicamente.
19 de marzo de 2017


14 de mayo de 2017
Ya en mayo tenía más forma aunque faltaba que construyeran el tabique central. Durante el invierno hubo poco avance, quizás tardaron más porque no había llovido demasiado y tal vez no tenían barro disponible.
En la primavera comenzó a llover normalmente y los horneros tuvieron material disponible, además que ya se aproximaba la época reproductiva.
Ya a fines de septiembre los horneros ya estaban incubando sus huevos y para comienzos de octubre se los veía llegar al nido con alimento para sus pichones y sacar las deyecciones de vez en cuando. A pesar que están acostumbrados a ver gente deambulando en la casa eran recelosos de hacerse ver llevando comida para los pichones, más aún si se daban cuenta que uno los observaba. Paulatinamente la actividad en el nido crecía y los pichones cada vez demandaban alimento a sus padres con píos más intensos.
Las siguientes fotos son del día 7 de octubre de 2017; ambos padres alimentaban a sus hijos. No presentan dimorfismo sexual, difícil saber el sexo de cada ejemplar e incluso diferenciarlos entre ellos.
Llevando alimento para los pichones en este caso insectos


Recorte mostrando una mosca en el pico

Usa la cola contra la pared al estilo pájaro carpintero para apoyarse





Alimentando a los pichones

Retirando deyecciones del nido

Llegando con comida

Con migas de pan

Retirando deyecciones del nido

Vista desde el balcón de mi casa. Levaba una lombriz


No era tan sencillo como pareciera fotografiarlos porque recelaban de mi presencia, tuve que irme y regresar varias veces para que tomaran confianza y aparecieran volando hacia el nido.
Días más tarde con los pichones más crecidos y asomando sus cabezas por la entrada del nido, tomé una escalera de dos hojas que uso para pintar y tomé fotos de los pichones bien de cerca, lo difícil era hacer foco en las aves en tan angosta ranura que es la entrada. Esta vez me acompañó mi hija Agustina que con emoción también subía a la escalera para observarlos, eran casi las mascotas de la casa esa familia de horneros. Mientras mirábamos de cerca a los pichones los padres nos observaban desde los árboles o las medianeras con algo de preocupación. Las fotos son del 27 de noviembre y no estoy seguro que sean los mismos pichones de octubre ya que sacaron al menos dos nidadas en la primavera y comienzo del verano.

Detalle de la foto anterior. Traía quizás un pedazo de grasa con hormigas adheridas

Pichón asomándose




Un hornero mirándonos desde la medianera del vecino

Los 3 pichones curioseando

Gritando por comida


Los pichones orinaban y defecaban en la entrada, así los padres limpian mejor el nido

Hornero preocupado desde un árbol




Adulto alimentando al pichón, aquí se alcanza a ver un poco a la cría, usualmente ese momento queda oculto


Agustina


A comienzos de diciembre ya volaban, solo logré unas fotos en el patio en un sector sombrío, donde tengo unos materiales porque está en obra esa parte. La fotos no son muy buenas pero muestran a los volantones. Las fotos son del 6 de diciembre.
Volantón





Adulto con comida para uno de sus hijos. En esta etapa comienzan a comer solos pero los padres los alimentan por varios días más. Este observaba desde la casa de mi  vecino.

Aprendiendo a encontrar comida



Ya los horneros no viven más en el nido, como es costumbre en ellos los abandonan luego de una temporada de cría, quizás por instinto para evitar parásitos y enfermedades. Los suelen ocupar otras aves como los gorriones, que intentaron utilizar pero quizás se rehusaron al vernos asomar por el balcón o la ventana. el nido permanece en su sitio, no lo retiré para evitar que hagan nido nuevamente ya que si bien es lindo tenerlos en la casa, manchan la pared. Es que antes estaba sin pintar por ser un sector nuevo de la casa y ahora está impecable con la pintura recién dada y quiero que dure un poco más. De todos modos en ocasiones los horneros hacen sus nidos sobre otros nidos abandonados, el tiempo dirá lo que pasa.

martes, 27 de marzo de 2018

Pajonalera entrerriana

Un ave que no hay en mi zona de residencia y que me gusta buscar cuando por el Delta del Paraná y alrededores es la pajonalera pico curvo (Limnornis curvirostris) de la que solo tenía un registro de hace unos años. Esta vez la fotografié en unos campos no muy alejados del río Paraná Guazú, el límite entre las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos, a poco de finalizar el complejo de puente Zárate-Brazo Largo, ya en suelo entrerriano.
La divisé enseguida de recorrer un camino de tierra, entre una totoras, usé playback para llamarla y que saliera de  entre la densa vegetación, logrando unas fotos con una iluminación que no era de mi gusto, luego al ver que respondía bien me ubiqué mejor y la tomé con una luz más favorable, incluso estando a no demasiada distancia, probando el Tamron 150-600 mm en  su magnificación plena.
Las imágenes fueron tomadas en enero de 2018









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Paraná Guazú (enero 2018)