Caminera común (Geositta cunicularia)

ORDEN PASSERIFORMES
FAMILIA FURNARIIDAE
Status de conservación según BirdLife: preocupación menor

Habita en espacios abiertos como estepas y praderas, principalmente de la Patagonia y zonas semi-áridas del oeste, migrando hacia el este y norte en las épocas frías.
Es de hábitos terrícolas, de ahí su nombre común en el país.
Hace sus nidos en pequeñas cuevas en forma de túnel en dunas, bancos de arena o suelos arcillosos; la hembra pone dos a tres huevos blancos en una cámara al final del túnel.
No presenta dimorfismo sexual evidente.
Mide de 14 a 16 cm

Reserva Natural Punta Lara

La Reserva Natural Integral Punta Lara es un espacio protegido situado  en las inmediaciones de la localidad homónima en los partidos de Ensenada  y Berazategui, a orillas el río de la Plata que protege a la fauna y flora típica de la ribera platense, siendo esta zona uno de sus últimos reductos no tan perturbados. Esta zona protegida se creó el  19 de febrero de 1943 y comprendía solamente  29 hectáreas, situación que fue variando  en las últimas décadas y teniendo en la actualidad 5579 hectáreas. La reserva es de gran importancia ya que protege los relictos de selva subtropical más australes del mundo y una flora única en la provincia de Buenos Aires, siendo Punta Lara el sitio de distribución más austral de varias especies típicas de las región mesopotámica, Uruguay y sur de Brasil.
La superficie emergida corresponde al límite de tres ecorregiones: el pastizal pampeano, islas y delta del Paraná y espinal.
El clima es subtropical marítimo, con una precipitación media anual de 1050 mm con un promedio de temperaturas en enero de 22,8ºC y en invierno de 9,9ºC.
Entre la flora típica de la selva marginal están: laurel blanco, chal-chal, tarumá, canelón palo amarillo, yerba del bugre y mata ojo, anacahuita, ingá, timbó colorado, tacuara brava, flor de pitito, orquídeas, claveles del aire, tala gateador, entre otros;  en los albardones de conchilla están presentes: tala, sombra de toro y espinillo; en las zonas pantanosas hay juncos, totoras, cortaderas, duraznillo blanco, espartillos, sauce criollo, curupí, ceibo y algunas especies invasoras como la alfalfa y el más perjudicial el lirio amarillo. En la zona de la selva es de preocupación la invasión de las exóticas ligustrina, ligustro, zarzamora, madreselva y acacia negra.
Entre la fauna las aves son numerosas, habiendo mucha influencia de la selva en galería del Paraná, están presentes varias que no están en le pastizal pampeano adyacente: juan chiviro, frutero azul, fueguero, chiví, celestino, burrito colorado, burrito negruzco, burrito común, choca corona rojiza, mosqueta parda, chiricote, ipacaá entre otras.
Hasta el momento se han registrado en la reserva 451 especies de vertebrados:  59 de peces,  19 de anfibios, 24 de reptiles, 314 de aves (posiblemente sea el sitio con más especies en toda la provincia) y 34 de mamíferos. Entre los insectos ya se registraron 115 especies de mariposas diurnas.
En la reserva hay un centro de interpretación y se permiten paseos en una pequeña área de  la selva en senderos elevados  hoy restringidos por sectores que necesitan reparación. para el ingreso  ala zona de humedales, pastizales y selva es necesario obtener permiso de la autoridades de la reserva.

Ambientes

Cartel en la entrada

Selva marginal (foto: Sebastián Preisz)

(foto: Sebastián Preisz)

Humedal invadido de lirio amarillo

Algunas especies de aves

Burrito colorado (Laterallus leucopyrrhus)

Espartillero enano (Spartonoica maluroides)

Cigüeña americana (Ciconia maguari)

Verdón (Embernagra platensis)

Pico de plata (Hymenops perspicillatus) macho

Arañero cara negra (Geothlypis aequinoctialis)

Sietevestidos (Poospiza nigrorufa)

Situación geográfica

La línea amarilla muestra los límites de la reserva

Tema relacionado
Visita a la Reserva Punta Lara

Enlaces externos
Patrimonio natural (recomendado)
Reserva Punta Lara
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Curioso pero oculto

Un ave que es típica de juncales y pastizales altos en terrenos bajos y húmedos es el espartillero enano (Spartonoica maluroides), que está sufriendo pérdida de hábitat por las actividades agropecuarias, por lo  no es tan común de hallar.
Este es un ejemplar juvenil, que suelen ser curiosos o incautos como muchas aves en esta etapa de desarrollo. No cesaba de observarme mientras estaba a ton solo 2 metros e incluso 1,5 metros, la distancia mínima de enfoque de mi teleobjetivo, pero para mi gusto muy oculto entre los juncos, no me permitía hacer una toma limpia, ya que por instinto su comportamiento es pasar desapercibido entre la densa vegetación herbácea. No obstante uno sabe disfrutar de esta hermosa especie de ave poco común tan cerca, solo me restaba observarlo y hacerle algunos primeros planos .
Las fotos las hice el día del último censo de aves acuáticas en el mes de febrero en las cercanías de la estancia El Infierno, partido de General Belgrano.

La tarde de los petreles

A comienzos de diciembre del año pasado, más precisamente el día 9 recorrí parte de la península Valdés, llegando a Punta Norte y Caleta Valdés, lugares donde esa tarde sobrevolaban las costas del mar numerosos ejemplares de petrel gigante común (Macronectes giganteus).
Pude ver algunos pasar sobre las playas de Punta Norte, pasando encima de los elefantes marinos que descansaban en la arena aunque no era demasiado favorable para tomar buenas fotos ni tan frecuentes los petreles, que hacián recorridos kilométricos, no obstante cuando me fui para Caleta Valdés ya con el sol a muy baja altura pude contemplar e intentar numerosas fotos porque había muchos más petreles y su vueltas eran más cortas, girando justo enfrente del mirador que hay en el lugar.
A continuación comparto algunas de las numerosas fotos que me permitieron tomar esas aves aquella hermosa tarde primaveral.

Visitantes invernales del puerto

Un ave que llega a las costas del Atlántico durante la época fría es la paloma antártica (Chionis albus), casi siempre en as inmediaciones de colonias de  mamíferos y aves marinas donde se alimenta de desperdicios, carroña y huevos.
En el puerto de Mar del Plata hay una colonia pequeña de lobos marinos de un pelo (Otaria flavescens) que descansan en una playita al costado de la escollera, siendo allí donde en invierno se puede ver casi con total seguridad alguna bandada de palomas antárticas en busca de restos de comida, piel, crustáceos, placentas  y hasta excrementos de mamíferos. No es raro verlas caminar al lado de los pinnípedos en sus horas de descanso incluso caminando sobre ellos mientras duermen en grupos.
Las fotos son ya de hace un tiempo, más precisamente del 24 de julio de  2011 y fue la primera vez que ví ala especie en un viaje familiar que hice a esa ciudad balnearia.
Cabe destacar que algunas palomas antárticas se ven en otra época del año, incluso algunas en verano aunque lo normal es más frecuente verlas a fines de otoño e invierno.